domingo, 24 de julio de 2016

¿Diamante en bruto, o un bruto diamante?

Creo que desde que tengo uso de razón siempre he tenido conflictos internos, deshacerme de ellos nunca ha sido una tarea fácil porque yo misma en muchas ocasiones me lo hago aún más difícil. Los celos, el poco amor hacia mi persona, la falta de confianza, el apego, mis compulsiones, mi ansiedad y un montón de defectos me han anclado firmemente en la tierra y no puedo salir de ahí. 

A veces parece que voy caminando por el camino correcto o que empiezo a soltarme un poco de esas ataduras, pero siempre llega algo que me vuelve a hundir, que me hace sentir en ocasiones una persona miserable incapaz de corregir sus errores, de sonreír de una forma pura, de ser libre de preocupaciones, de cosas del pasado; pocas veces en realidad vivo mi presente porque mi mente me recuerda lo que ya ocurrió o lo que me gustaría que pasara en un futuro inmediato, a mediano o largo plazo, pero pocas, solo pocas veces me he concentrado en vivir lo que tengo en ese momento; y eso me hace sentir que no he vivido de la manera como se debe vivir y sé que me voy a arrepentir. 

No sé que es lo que espero para poder realizar esos cambios internos que son tan necesarios, que me agobian y que no me desencadenan de mis miedos. Quiero irme a dormir, levantarme por la mañana y sentir una satisfacción al 100%, una sonrisa de oreja a oreja, que la gente me vea a los ojos y vea a una mujer transparente, que deseen conocerme más, que se sientan cómodos conmigo y que no me vean como alguien de quien se puedan burlar, alguien con quien les de gusto platicar o simplemente les de gusto saludarme; pero si, sé que no soy esa clase de mujer y que muy difícilmente llegaré a serlo.
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