jueves, 22 de noviembre de 2012

1926-2012 -Descansa en paz...

Jamás pensé que diría que este mes será el "maldito noviembre", es mi mes, pero este año no. En este mes perdí a mi abuelito y ayer, falleció una tía abuela política a la que estimo mucho. Solo espero que las rachas de malas noticias en todos los aspectos terminen ya.
Que en paz descansen.


Agradezco a los que supieron, a los que no, a los que estuvieron, a los que no, a los que nos dieron palabras de aliento, a los que no, a los que estimaban a mi abuelito, a los que no, a los que hicieron  aún más difícil el proceso, a los que lo hicieron más ligero, a los que tuvieron buenas acciones e intenciones y por qué no? a los que tuvieron acciones y palabras totalmente desubicadas.
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11/11/12

Han pasado cinco días desde tu partida y aún existen momentos en los que siento que todo se trata de un mal sueño.

El martes 6 de noviembre será un día que nunca se me va a olvidar.
El domingo anterior tuve la oportunidad de hablar contigo por última vez, aunque fue muy corta la llamada sentí en tu voz cierta alegría, lo único que hablamos fue lo acostumbrado: "Cómo están?", "Que pasen buenas noches". Aquella vez fui una estúpida porque sentí la necesidad de decirte "Te quiero mucho" pero me quedé callada, mi mente no se imaginaba que esa sería la última vez que te iba a escuchar, pero quizá mi corazón lo presentía y no me percaté de su aviso.
El día anterior a tu partida hablaste con mi mamá por la noche, estabas bien, sólo tenías un poco de frío y estabas listo para dormir, ese día la hiciste reír, el último día.

Al día siguiente desperté con una mala noticia, eran aproximadamente las 8:00 de la mañana cuando mi mamá recibió una llamada totalmente inesperada. En ocasiones anteriores habían existido llamadas igual de tristes pero que sabíamos que ocurrirían, en cambio, esta vez fue diferente.
A pesar de tener 86 años eras un hombre fuerte, no estabas enfermo, incluso se que una semana anterior te habías realizado exámenes y no hubo nada en ellos, estabas bien. Esto hace que no podamos entender el por qué te fuiste.
Siempre fuiste un hombre puntual e impaciente, siempre te gustaba llegar con tiempo a alguna cita, quizá por eso te fuiste tan rápido, tenías tanta prisa de llegar hacia Dios y estar con mi abuelita que no te pudiste despedir de tu familia, no nos avisaste que estabas a pocos días de morir.

Aunque la llamada hacía énfasis en que no se daba esperanza alguna yo esperaba verte vivo aún, pero llegamos y era cierto, no había nada que hacer. Te vi a lo lejos en la cama, vistiendo la pijama que te regaló mi mamá...(tengo que hacer una pausa porque no sé si esta carta me está haciendo bien o mal) entré a la recámara y te tomé la mano; tu piel cambió de tono, tus ojos estaban cerrados y tu boca quedó abierta y pálida, tus dedos estaban empezando a enfriarse. A pesar de verte así, me resistía a pensar que estabas muerto, esperaba que en cualquier momento abrieras tus ojos y me saludaras. Habías despertado bien, te preparaste tu té e hiciste tus acostumbrados ejercicios, no sé si terminaste de hacerlos o fue durante los ejercicios que empezaste a sentirte mal y que tu corazón simplemente quiso detenerse para descansar.

Decías que tenías miedo de enfermarte y que te quedaras solo, aunque no viviste el proceso de una enfermedad si te fuiste solo, en ese preciso momento no había nadie que pudiera auxiliarte. Antes de morir estuviste presente en mis oraciones junto con mi familia, mis amistades y demás personas o causas, pedía protección y creo que Dios quizá te quiso proteger tanto que te llevó así. Muchos "quizás" y "por qués" se vienen a la cabeza: "quizá si le hubiera platicado sobre algunos síntomas desconocidos de un ataque cardíaco como el dolor de mandíbula..", "Quizá si le hubiera dicho que cuando hay esos síntomas se debe toser con fuerza para que el corazón reaccione...se hubiera salvado." pero las cosas tenían que pasar así, quizá era la forma de irte, sin dolor.

Durante ese día y el día siguiente era como estar en un día con neblina, que no deja ver ni entender que la vida es así, que la muerte nos recuerda lo vulnerables que somos, en un momento estás y al otro simplemente te vas. Sabemos que eso pasa, pero Dios no nos dotó de esa inteligencia para aceptar la muerte como lo que es, el paso hacia El, de dejar la tristeza y estar felices porque estás en un lugar mejor.
Ayer un señor que jamás he visto, nos dio el pésame y dijo que habías dejado ésta casa para irte a la casa Grande y es cierto, eso es, pero cuesta trabajo dejar de sentir tristeza cuando alguien se va, no se supera nunca, la herida queda. Nacemos y durante nuestra vida nos preparamos para morir.

No sé cuántas veces me acerqué a verte en el velorio, ni sé si me viste y escuchaste todo lo que te estaba diciendo, tampoco sé si en estos momentos me estas leyendo, "cuántas de esas señales de vida que hay en tu cara son señas de buenos momentos, de frustraciones, de enojos, de tristezas?" "Lamento no haberte dado la satisfacción de tener bisnietos, que pudieras apapacharlos como acostumbrabas hacerlo con los niños, de no haberme visto un día llegar al altar, de no darte la satisfacción de verme crecer en mi carrera, creo que te decepcioné".

Hay cosas que en apariencia podrían parecer que te quedaron en la lista de pendientes, pero creo que tal vez tenía que ser así para evitarte dolores, sin embargo, pienso que yo te quedé a deber mucho, cuántos "te quiero" callé?, cuántos momentos para conocerte mejor desperdicié?. Hace algunas semanas quise invitarte a un café donde toca un grupo que te pudo haber gustado, pero no lo hice, me quedaron muchas cosas pendientes.

Me parece que heredé de ti el gusto por la música, pero no sólo te gustaba la música sino que además la disfrutabas y la sentías, tal como me pasa a mi; no podía ser diferente para un hombre que formó parte de un grupo en el que tocaba el saxofón, que al hablar de música no decía "esa canción me gusta", sino que al hablar exploraba los sonidos, los ritmos; recuerdo tus gestos cuando hablabas de música.

Te acuerdas de aquella navidad en la que Ceci puso una canción y te pusiste a bailar jugueteando con el ritmo haciendo un recatado striptease? era con la canción de Björk "It's oh so quiet". Tenemos la foto en donde claramente imitas la canción. Ese es uno de muchos momentos que no se me van a borrar, nos hiciste reír.

También me acuerdo cuando estábamos en tu recámara viendo basquet, era una final de Chicago Bulls, eran los segundos decisivos, el jugador aventó el balón y anotó, dejando a tu equipo como ganador. En ese momento fue tanta tu alegría que echaste tu cuerpo hacia atrás, levantando las piernas como si te fueras a aventar una maroma, mi hermano y yo no pudimos más que sonreír con tu felicidad.
En fin, son muchos los recuerdos, los tristes y los alegres.

En tu último día te veías tranquilo, descansando en paz y estoy segura que así estás.
Supongo que estás enterado de la carta que te dio Mariana, por chiquita no pudo ir al velorio, pero estuvo en la misa con Alonso. La carta se fue contigo, que curioso es, moriste de un infarto, tu corazón se cansó de latir y estando tu cuerpo tendido para velar recibes una carta que te la ponen en el corazón, es una carta escrita con su corazón, te falló el tuyo, pero tienes el de ella a tu lado y el de cada uno de nosotros que no va a dejar de quererte a pesar del tiempo y la distancia. Ojalá reviviera ese corazón.

Le doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de que fueras mi abuelito, te doy gracias a ti por todo lo que me diste; cuidados, momentos, palabras, enseñanzas, gracias por haber estado al pendiente en mis enfermedades, cuando me operaron y estuviste preguntando por mí todos los días sin falta, gracias por ese gesto tan tierno de venir a visitarme cuando estaba convaleciente y me trajiste mi medio litro de nieve de limón para recuperarme pronto.
Te extraño.

Recibiste flores "desde" Islandia, está claro que no hay distancia para la gratitud y el cariño que te tienen. Breki te considera como su "papá mexicano".
Mucha gente te apreció en vida y lo seguirán haciendo aunque ya no estés físicamente. Ahora estás donde tienes que estar y con quien siempre debiste estar, con ella. Dale un beso enorme de mi parte y te mando otro a ti. 
Los extraño y los quiero muchísimo.


Q.E.P.D
Qué mejor canción e intérprete para dedicarte que "My Way" de uno de los artistas que admirabas, Frank Sinatra.

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