Caleidoscopio vivencial...

Los problemas en nuestro pequeño mundo son inmensos, tanto que parece que puede explotar con un sutil soplido, a su vez, alrededor de nosotros hay millones de pequeños mundos, que al igual que el de nosotros parecen desbordarse de problemas...pero no siempre los vemos...

Nuestros problemas, siempre, serán los peores...claro está, porque se trata de nuestra vida y digamos que los problemas que tenga el resto de los munditos no nos importa. Ahí es donde nos volvemos egoístas y no somos empáticos.
Pero hay veces que vemos o escuchamos tantas cosas, que nuestros grandes problemas, resultan ser una pulga frente a un elefante.

Chavas violadas que después de ese suceso se vuelven rebeldes y su familia las corre de su casa, enfermedades, muertes de gente querida, vivir en situación de carestía, no tener trabajo, divorcios, familias disfuncionales, desechas, infidelidades, secuestros, suicidios, engaños y un largo etcétera...y muchas veces no viene un solo problema a la vez, sino que viene un problema, luego otro, otro...otro...y estos se presentan siempre, durante toda nuestra vida...pequeños y grandes problemas que siempre están presentes...

Un caleidoscopio tiene distintas formas y colores...momentos de tranquilidad que son traducidos por tonos azules, momentos de pasión carnal, por la vida o por lo que se hace, se tiñen de tonos rojos...momentos alegres vestidos de colores brillantes como el amarillo, el verde, el rosa.

Luto, malos momentos que opacan todo ese colorido con un deprimente negro, tonos grises que los arropan, que parecen que se quedarán para siempre...que crecen y crecen sin cesar como si se tratara de vivir un infierno a manera de castigo dentro de la vida...pero dentro de toda esa oscuridad, hay filtraciones de luz...que nos indica que siempre existe la posibilidad de que las cosas mejoren por más que la vida se esté tiñendo de tonos grises y negro.

Tarde o temprano las vida nos regala cosas que nos pueden hacer sonreír nuevamente, se empiezan por las pequeñas cosas, aquellas que muchas veces tienen más valor y que pocas veces agradecemos...como por ejemplo: cuando tu máquina sigue funcionando, tus latidos están presentes, los escuchas y los sientes sobre tu almohada....cuando sabes que estás completo, que tu sangre sigue corriendo por tus venas, que tus ideas siguen...que estás vivo.